El día 3 de octubre se presentó el plan de "limpieza general en todos los barrios" en profundidad de 216 zonas de los 21 distritos, y una nueva ordenanza municipal para "hacer frente" al graffiti.
El alcalde Gallardón empleaba términos como "implacable", "falsa expresión artística" y "medidas absolutamente ejemplares" para referirse a graffiteros y las pautas a tomar contra ellos. Mientras incitaba a la "responsabilidad" de los madrileños y pedia su "colaboración".
Se destaca en diversos medios que solo en Malasaña, donde arranco la campaña de limpieza con Gallardón y Botella como grandes reclamos, se eliminarán 13.000 m2 de pintadas en fachadas. Tanto el alcalde como la titular de Medio Ambiente Ana Botella no duraron en criticar el graffiti, una acción que en su opinión "no es un arte" sino "vandalismo", y que además constituye "un daño que degrada y deteriora nuestras calles", "genera un gasto absurdo" y supone un "ejercicio profundo de insolidaridad cívica".
Durante una semana, en turnos de mañana y tarde, una media de 92 operarios y 60 máquinas, acometerán una limpieza en profundidad de cada barrio. Pedro Satín, portavoz del PSM, propuso para eliminar las pintadas dotar de muros donde puedan expresarse los grafiteros. También, calificó el plan de «innecesario» y «exigir que hagan bien su trabajo diario» a los servicios que ya tiene contratados el Ayuntamiento para realizar estas tareas. El Alcalde se defendió alegando que no tendrá coste adicional alguno para el Ayuntamiento, ya que su desarrollo está incluido en el presupuesto que anualmente se dedica a la limpieza.
El alcalde Gallardón empleaba términos como "implacable", "falsa expresión artística" y "medidas absolutamente ejemplares" para referirse a graffiteros y las pautas a tomar contra ellos. Mientras incitaba a la "responsabilidad" de los madrileños y pedia su "colaboración".
Se destaca en diversos medios que solo en Malasaña, donde arranco la campaña de limpieza con Gallardón y Botella como grandes reclamos, se eliminarán 13.000 m2 de pintadas en fachadas. Tanto el alcalde como la titular de Medio Ambiente Ana Botella no duraron en criticar el graffiti, una acción que en su opinión "no es un arte" sino "vandalismo", y que además constituye "un daño que degrada y deteriora nuestras calles", "genera un gasto absurdo" y supone un "ejercicio profundo de insolidaridad cívica".
Durante una semana, en turnos de mañana y tarde, una media de 92 operarios y 60 máquinas, acometerán una limpieza en profundidad de cada barrio. Pedro Satín, portavoz del PSM, propuso para eliminar las pintadas dotar de muros donde puedan expresarse los grafiteros. También, calificó el plan de «innecesario» y «exigir que hagan bien su trabajo diario» a los servicios que ya tiene contratados el Ayuntamiento para realizar estas tareas. El Alcalde se defendió alegando que no tendrá coste adicional alguno para el Ayuntamiento, ya que su desarrollo está incluido en el presupuesto que anualmente se dedica a la limpieza.
1 comentario:
Interesante información, de esa que no llega tan fñacilmente. Y gracias por el link!!
Os incluyo en mis RSS:
Un saludo
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